Michael Jordan y mis recuerdos de NBA
Hoy, el mejor
jugador que vi en la NBA, Michael Jordan, cumple años y que mejor que celebrarlo
con mis recuerdos de la NBA, esas postales de equipos y momentos que se
quedaron en mi mente
La historia
empieza cuando tenía 10 años. Empecé a ver NBA en 1994. Los operadores de cable
de barrio traían la señal de TV Azteca e ESPN Brasil (No sé hasta que punto
hayan contado con los permisos o derechos para hacerlo). Esos canales
transmitían entre 4 y 7 partidos por semana. Llegué de casualidad a ver NBA y
el flechazo fue instantáneo.
NBC en ese
tiempo hacía las transmisiones gigantes con 3 transmisiones seguidas algunos
fines de semana. TV Azteca retransmitía los juegos con narración propia y yo, siendo un niño, disfrutaba cada
encuentro dando en ocasiones prelación a los partidos de NBA que a las tiras
cómicas o a programas infantiles.
Cómo no recordar,
en esos pincelazos, al equipo que dejó una huella imborrable en esa década de
los 90’s: Los Chicago Bulls. Jordan, Pippen, Rodman, Kukoc , Kerr y demás,
hacían del Basketball un deleite, una pintura. Sin temor a equivocarme, fue ese
equipo el que me empapó del gusto por el baloncesto. De este gusto, el cual aún
disfruto, tiene mucho que ver Mr. Jordan.
Mi papá, que
poco amante era del Basquetbol, decía que el solo veía a los Bulls porque su
juego era una belleza. Por más que intenté que viera otros partidos de la liga,
su respuesta era tajante: no. En las transmisiones de los partidos de los Bulls,
compartíamos ese juego que cautivaba y donde, casi siempre, el equipo de
Chicago ganaba.
Pero la NBA no
eran solo los Bulls, parejas y equipos diferentes me dejaron huella. Uno de eso
equipos fue el Utah Jazz quienes
comandados por Karl Malone y Jhon Stockton ganaban e indicaban el camino en la
conferencia oeste. Se enfrentaron a los BUls en una final y en un eqipodio
épico, Jordan jugó enfermo y en Salt lake City dio catedra. Esos Bulls ganaron
y el equipo local tuvo que ver frustadas sus ganas de levantar un cetro de la
liga.
En el Oeste, un
equipo que ya desapareció también dio buenos juegos e interesantes batallas:
Seattle Supersonics. Shaw Kemp y Gary Paton comandaron un equipo que se vio
cara a cara con Jordan y compañía en una final. Kemp y Paton, de buen juego,
lograron un sitial de privilegio y si bien dicha franquicia ya no existe, sus
luchas, conquistas y hasta sus malos momentos aún los recuerdo.
Pero no solo en
la conferencia Oeste se movía el buen juego. La conferencia del Este tenía sus
batallas igualmente. Uno de esos equipos que recuerdo fue el Miami Heat de
Alonzo Morning y Tim Hardaway. Juntos llevaron al Heat a grandes puestos y no
fueron presa fácil para quintetos como Chicago, New York, Indiana y Orlando.
Otro jugador que
fue una estrella solitaria en Atlanta Hawks fue Dikembe Mutombo. Originario del
Congo, Mutombo tenía un imán no solo para cazar rebotes sino para bloquear a
sus contrarios. El equipo de Atlanta no brilló, pero su juego y eficiencia en
la posición de poste lo levantaron como estrella de la liga.. Al final de cada
bloqueo, su característico “no” con la mano se hacía presente. Dicho gesto de
negación también pasaría a la historia de la NBA.
Lo sencillo durante
los noventas era hacerse fanático de los Bulls y como no si su juego, además de
vistoso llenaba la retina, pero en mi caso no fue así. Decidí seguir a los New
York Knicks, equipo que tenía a un poste dominante: Patrick Ewing. Ewing junto
a Starks luchaban por derrocar reinados de otros equipos pero no podían. En
1999, el Madison Square Garden fue testigo de como el equipo de una de las
mecas de la NBA, conformado por Patrck Ewing, Allan Houston, Larry Jhonson y compañía
llegaron a una final de NBA: Su rival, los San Antonio Spurs.
Esos San Antonio
Spurs, que también dejaron huella, los lideraba ‘el comandante’ David Robinson,
otro poste de enormes condiciones al cual era difícil ganarle arriba. Domador
de ebotes, Robinson era el líder de un eqipo que quería la gloria, y la obtuvo.
Dicha final la ganaron los Spurs y valga decir, que esa fue la última vez que
los Knicks llegaron a la serie final de NBA.
Con el nuevo
siglo, nuevas historias emergieron y más equipos dejaron huella. Los Lakers, de
Shaq y Kobe dominaron la NBA a su antojo dándole brillo de nuevo al equipo de los
Lakers. Su juego, brillante. Kobe Bryant, desde mi punto de vista, es quien por
su juego más se acercó a Jordan en virtuosismo, eficacia y belleza. Con los
Lakers conquistó lo que quiso y su juego quedará siempre en los que amamos la
NBA. La dupla con Shaq era dinamita pura y le regresó a los angelinos esa
posición que, como uno de los equipos más ganadores de la liga, debe tener.
Las rachas ganadoras de un equipo siempre llegan a su fin, y ahí fue cuando
otro de los grandes, los Boston Celtics, volvieron en 2008 a ganar el cetro de
la NBA. Ahora con Ray Allen y Kevin Garnett alcanzaban la cima. Otro equipo del
recuerdo dando el estatus que una franquicia como los Celtis merecen. La
historia habla siempre de las épicas batallas de Celtics y Lakers y fue en esa
temporada cuando el equipo de Boston levantó un trofeo y regresó al sitial
ganador.
Los Spurs
siguieron su racha de victorias. Si bien Robinson no estaba, Duncan junto a Parker
forjaron un equipo ganador que jugaba muy bien. En el banco, el arquitecto de
la magia: Gregg Popovich, quién aún hoy es el técnico de las espuelas. Ene se
tiempo, comandados por Duncan, los Supurs tenían un juego muy bueno, de posesión
y alta rotación del balón. Popovich y sus dirigidos le dieron su firma a un
tipo de baloncesto que aún mantienen y gusta bastante.
Durante esos
años, un jugador mostraba sus condiciones y ese era LeBron James, actualmente
activo en los Cavaliers. Otro quinteto que deja recuerdos en mi es ese Miami
Heat que, junto a Dwight Wide y Chris Bosh, se pavonearon por la liga. El
otrora ‘Big three’ llevó a Miami a la cima de la NBA, alcanzando triunfos y
reconocimiento. Con la idea de James (Su regreso) a los Cavaliers, la leyenda
del Heat terminó.
Y hoy en la
liga, en esta época de inmediatez informativa, redes sociales y la posibilidad
de prácticamente ver el juego que se desee tanto de la temporada regular como
de las series finales, la NBA se ve dominada por los Golden State Warriors. Un
equipo que llegó con una gran fuerza hace 3 temporadas dirigido por Steve Kerr
y de la mano de Curry, Thompson y Durant, se perfilan a ser los favoritos,
nuevamente, para ganar un anillo de la NBA. Su juego rápido, los lanzamientos
descabellados de Curry, la eficiencia en los triples de Thompson y la potencia
de Durant, no solo hacen a los Warriors un equipo de temer, sino con todo el potencial
para seguir ganando y convertirse en referentes históricos de la NBA.
Es probable que
otros equipos y jugadores se hayan quedado afuera de este resumen, seguro que
sí, pero estos fueron los que dejan huella en estos años que veo NBA. Si hoy me
preguntaran, ¿Cuál fue el mejor jugador que ha visto? Sin duda diría que Michael
Jordan. Solo Jordan ha podido lograr, con su juego, que muchos no solo posáramos
las miradas en la NBA, sino que gozaramos con sus jugadas. Esa magia se marcó
con tinta indeleble en la mente y su legado deportivo pasará de generación en
generación.
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